Una hipoteca es un acuerdo financiero en el que una persona toma prestado dinero de un banco o una institución de préstamos para comprar una vivienda u otra propiedad inmobiliaria. La propiedad misma sirve como garantía para el préstamo, lo que significa que si el prestatario no cumple con los pagos hipotecarios, el prestamista puede tomar posesión de la propiedad a través de un proceso legal conocido como ejecución hipotecaria.
Los pagos hipotecarios suelen constar de dos partes: el capital y los intereses. El capital es la cantidad original de dinero prestada, mientras que los intereses representan el costo de tomar prestado ese dinero. Por lo general, los pagos hipotecarios se realizan de manera mensual y están diseñados para pagar gradualmente el saldo del capital mientras cubren los cargos de intereses. Con el tiempo, a medida que el prestatario realiza pagos consistentes, la cantidad de intereses pagados disminuye y la cantidad aplicada al capital aumenta. Este proceso se conoce como amortización.